Llegó el día tan esperado. Después de meses aprendiendo cosas sobre Mozart. De escuchar y bailar sus audiciones. De Recibir incluso al propio Mozart en el cole. Por fin llegamos al impresionante edificio del Centro Cultural Miguel Delibes. Es tan grande, que todos estábamos muy nerviosos y emocionados. La rampa para subir fue la primera aventura del camino. Y el suelo de madera justo de la entrada, la segunda. Casi por arte de magia nos pusimos todos a caminar como soldados marcando el ritmo con los pies. Como si estuviera ensayado.
Una vez dentro, las butacas nos hacían sentir mayores. Estábamos acompañados por otros niños de otros coles.Y sabemos que también han trabajado lo mismo que nosotros porque se sabían las canciones que nuestras profes nos han enseñado. Fue muy divertido y emocionante. Estábamos todos muy atentos e impactados. Los instrumentos, los trajes de los músicos, el retrato de Mozart. Cuando oíamos una pieza conocida, nos mirábamos unos a otros, esa es la que escuchábamos en clase. Ha sido estupendo: música, voces, pañuelos, gestos, bailes, interpretación.... Y para terminar, los propios músicos, bajaron a nuestras butacas y nos dejaron tocar y ver de cerca sus instrumentos. Fuimos unos afortunados, porque los otros coles, salían por otras puertas y no pudieron disfrutar de esta ventaja.
Realmente ha sido una experiencia maravillosa. Nuestras profes dicen, que nuestras caritas lo decían todo.
Aquí tenéis las fotos de la espera, impacientes porque empezara, ya que durante el concierto no se podían realizar fotografías.